"Aserrín aserrán la sardina de San Juan"

Parrocha en Asturias y Cantabria, sardineta en Levante y Baleares, sardiña, xouba o parrochiña en Galicia, mariquilla en Andalucía y sardina o parrotxa en País Vasco. Huele a verano, huele a San Juan, huele a sardina. El olor de la sardina asada no hace más que traernos ahumados recuerdos como, rojizas puestas de sol, noches sin chaqueta y alguna que otra hoguera.

Y es que la sardina es un pescado de primavera-verano, prefiere la aguas cálidas y más salinas, y es durante está época cuando se acerca a la costa a desovar, siendo su carne más grasa y convirtiendo en manjar de cena con amigos. No se sabe si le gusta la fiesta, pero si la noche, ya que es entonces cuando más se acerca a la superficie, a tan solo pocos centímetros, haciendo que el agua aparezcan argenteos resplandores. Bonito, sí, aunque quizá no tanto para ellas, ya que es entonces cuando se hacen visibles y vulnerables al ser humano (esto cuando no estaba extendido el sonar).

Especie móvil y global, viaja en grandes cardumenes desde Senegal a Noruega, habita el Mediterráneo, Índico y el gran Pacífico. Artes de enmalle, cerco y arrastre son los artes utilizados para su captura independientemente de la nacionalidades.

Día mundial de los océanos, camino a Rio+20

El pasado 22 de mayo las Naciones Unidas dedicaba el día de la biodiversidad a  la biodiversidad marina. Tal día como hoy, en 1994 entraba en vigor, impulsada por Canadá la Convención de las Naciones Unidas sobre la Ley para los Océanos, hija de  la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar(1982). Debido a esto la ONU marcaba el 8 de junio como día mundial de los Océanos.

Estas convenciones están consideradas como algunos de los instrumentos jurídicos más importantes del siglo XX. Concebidas como un todo, reconociendo que todos los problemas del espacio océano están estrechamente relacionados entre sí y deben ser considerados conjuntamente. Establecen que los fondos marinos y oceánicos y su subsuelo más allá de los límites de la jurisdicción nacional son patrimonio común de la humanidad que todos tienen derecho a utilizarlos y obligación de protegerlos. Preven la solución obligatoria de controversias, establece el marco jurídico global para todas las actividades que se llevan a cabo en los océanos y los mares y contiene normas detalladas que regulan todos los usos de los océanos y definen los derechos y responsabilidades de los Estados.

Acoso a la costa

Seguro que más de una vez, caminando cerca de la costa os habéis encontrado pequeños hitos de cemento en los cuales se encuentra escrito de manera vertical "DPMT". Más de una vez he escuchado preguntar lo que significan dichas siglas, pues son las iniciales de "Dominio Público Marítimo-Terrestre", de cuya segunda letra se extrae que es una zona perteneciente a todos los miembros de la población, y el cual debería quedar excluido de toda actividad de carácter privada.

Según la ley de costas vigente, 1988,  el "DMPT"  es el conjunto de bienes de dominio público formado por el mar territorial, las aguas interiores, los recursos naturales de la Zona Económica Exclusiva y de la plataforma continental, así como las playas y costas hasta el alcance de los mayores temporales conocidos. Lindando y paralela a esta, la ley reconoce una zona de servidumbre que suele ser de 100 m, aunque puede variar entre los 200 m a los 20 m según las circunstancias, caso de edificaciones previas a la ley nombrada.

Esta entrada viene a cuento de la sorpresa que me ha causado ver durante esta semana noticias como; la aprobación por el ayuntamiento de Tarifa de un complejo hotelero "sostenible" (permitirme las comillas) en la playa de Valdevaqueros, paraíso para Kite y widsurfistas y todo aquel que quiera reecontrarse con lo natural; y por otro lado las filtraciones que se han producido sobre la futura modificación de la ley de costas, en la que se baraja excluir las zonas dunares de esta zona de protección.