Dejamos por un momento la pesca y la vida en el líquido elemento, pero manteniendo los pies en el agua, de hecho,es necesario mojarlos para llegar al siguiente lugar.
A pocas millas de a Illa de Arousa, en el centro de la ría que lleva este nombre y rodeada de cientos de bateas nos encontramos con la pequeña Isla de Guidoiro Areoso, ligada por medio de un dorsal de rocas, que ahora son bajos, a su hermana Guidoiro Pedregoso. No es difícil de adivinar cual es el elemento dominante en cada una de ellas.
El caso es que en Areoso, debido a la acción de las mareas y temporales de este invierno que dejamos atrás, ha aparecido un dolmen, construcción megalítica funeraria(sobre 5.000 A.C), que gracias a la labor de protección de la arena que lo cubría, y también a causa de esta, se encuentra en un gran estado de conservación, a la vez que había pasado inadvertido al ojo humano hasta ahora.