“Cuán inadecuado es llamar Tierra a este planeta, cuando es evidente que debería llamarse Océano”

Frase atribuida a Arthur C. Clarke.

domingo, 26 de febrero de 2012

Mundo del fin del mundo

El Nishin Maru se dirige hacia las aguas australes que bañan Tierra de Fuego y la patagonia Chilena y Argentina, es un buque factoria ballenero Japonés capitaneado Taninfuji, quién sabe exactamente donde, en medio de los fiordos mas meridionales del mundo, se reúnen en una determinada época del año gran cantidad de calderones,delfines y otros cetáceos. 
El Finisterre un pequeño barco de una sola vela, cuya tripulación conoce los propósitos y el lugar donde se dirige el buque Japonés tratará de impedirlo. 
Lo que ocurre después parece secreto de sumario. Cuando el Finisterre llega al lugar de reunión la cacería ya había comenzado. El pirmer pensamiento del capitán es la inmolación, embestir con el Finisterre al buque factoría y dejar que los 500 L de combustible del velero hiciesen su trabajo, un David contra Goliat pero sin ganador. 
Ante esta situación uno de los tripulates decide arriar un bote y dirigirse hacia la factoría flotante, tan pronto se pega a ellos, los improperios es lo que menos daño pueden hacer al decidido marinero, desde la cubierta del Nishin Maru comienza una lluvia de objetos que no paran de desestabilizar el pequeño bote inchable.
De pronto, un calderón emerge entre ambas embarcaciones, y con sumo cuidado separa el pequeño bote auxiliar hasta ponerlo fuera del alcance de los elementos arrojadizos. A los pocos segundos el mar pareció ponerse en estado de ebullición y un gran número de ballenas y delfines salieron a la superficie para tomar cartas en el asunto, nadaron hacia la costa y tomando impulso volvieron con más violencia a embestir a los que hasta ese momento podían ser definidos como los cazadores. 

Muchos individuos morían tras el fuerte impacto de sus lomos o cabezas contra el casco del gran buque, pero otros los sustituían, y así con el sacrificio vital de muchos, fueron arrastrando al barco Japonés contra los afilados acantilados de los fiordos australes... 
Al volver a bordo del Finisterre, el marinero que minutos antes había sido rescatado por aquel calderón confirmaría su confianza en la acción que acababa de realizar; "las ballenas son animales que no saben defenderse, pero son los únicos animales compasivos... sabía que al verme indefenso no vacilarían en acudir en mi ayuda"


Sin malicia alguna he revelado en líneas generales el final de libro "Mundo del fin del mundo" escrito por el Chileno Luis Sepulveda, periodista, escritor y activista de Green Peace. Lo hago con la convicción de que la repercusión será la misma que se dio cuando hace más o menos un mes mi padre contó esta misma historia en la mesa mientras comíamos, que fue ni mas ni menos leer el libro.

De estilo relato periodístico, corto, sencillo y con ritmo. Os he contado el final, pero no el cómo, el porqué o el cuándo. Muy recomendable, os transportará a un viaje por el fin del mundo austral, describiendo sus paisajes tanto naturales como culturales y la suerte que les ha acompañado.

 En una entrevista Sepulveda afirma:
"El mar es una constante en mi literatura, pero no es una reminiscencia. Yo vivo en función de los desafíos y el mar es el más grande de ellos, al cual te enfrentas sabiendo que nunca vas a poder ganar. Ese enorme coloso que ocupa casi tres cuartos del planeta es de una fragildad asombrosa"

Mientras tanto el nombre del Nishim Maru sigue surcando los mares, no sin envites del destino, y cazando ballenas, acciones que, en ocasiones, violan el santuario ballenero Antártico creado en 1994, bajo la etiqueta de caza por investigación, palabra que se puede leer bien grande en su casco, aunque parece que no por aumentar el tamaño de la fuente el daño será diferente.







1 comentario:

  1. Muy bonito y esclarecedor.
    Siendo yo una apasionada del mar y de los libros no dudare en comprarle y leerle. Gracias por mostrarmelo :)

    Cristina Prada

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