La piratería en Somalia: "mi pirata".

Las aguas del cuerno de África son uno de los puntos calientes de la piratería moderna.  La búsqueda del beneficio económico sigue siendo un elemento clave, pero hay más.

La piratería puede considerarse uno de los delitos más antiguos de la historia. Desde que existe la navegación y el comercio marítimo,

alguien ha querido, siempre, apoderarse ilegitimamente de bienes ajenos por la fuerza en busca de un beneficio personal. Muchas han sido las regiones y países de grandes marinos y piratas, Francia, China, España, Inglaterra o los Países Nórdicos con sus Vikingos, son algunos ejemplos. La percepción que cada persona tiene de estos personajes seguramente variaría según la cubierta en la que se encontrase. Por ejemplo, mientras que el inglés Francis Drake es considerado por muchos países, especialmente España, un corsario, lo que hoy en día sería un "pirata freelance", en su país posee un estatus de héroe de guerra, fue nombrado "Sir" y era llamado por la reina Isabel I, de la cual era amante, "mi pirata" (dejo a vuestra elección la entonación de estas últimas palabras).

Lejos queda la imagen clásica del pirata interpretada por Errol Flynn, o para los de más corta edad, Johnny Deep encarnando al  excéntrico Jack Sparrow. La piratería fue una actividad que prácticamente desapareció de los mares del mundo a partir de principios del s. XX, las guerras mundiales dificultaron su continuación en el tiempo. 

Tal fue su olvido que, en países como el nuestro, la definición de este delito desapareció del código penal. Sin embargo, a finales de los años 90, la piratería reapareció.

Mapa piratería moderna

Aunque en las aguas del Caribe, cuna del pirata "romántico" y su botella de ron,  resurge también la piratería, basada en el tráfico de drogas y el secuestro de yates de lujo, uno de los puntos calientes hoy en día se encuentra en las aguas del Índico que bañan el cuerno de África, especialmente en las costas de Somalia.

Principales causas de la piratería en Somalia  

 

 Sin ánimo de simplificar o banalizar las causas de la piratería, podemos señalar tres factores, muchas veces interrelacionados, que han provocado el auje de la piratería moderna.

Un estado sumido en la pobreza

Por un lado nos encontramos con un estado fallido, Somalia, debilitado por una larga guerra civil, en donde el gobierno central apenas tiene poder fuera de la capital, Mogadiscio, siendo regido el resto del territorio por señores de la guerra, muchos de ellos relacionados con grupos integristas islámicos como Al-Shabbaab y Al-Qaeda. Esta situación de ingobernabilidad ha provocado que esta región de África sea una de las más pobres y corruptas del mundo.

Pesca ilegal y comercio marítimo:

Por otro lado, esta zona del índico está considerada una de las zonas de mayor productividad pesquera del planeta, siendo el atún una de las especies estrella por su alto valor económico. 

Con la aprobación en 1982 de la "constitución de los océanos" , se acordo internacionalmente que todo estado ribereño será custodio y propietario de los recursos que existan dentro de la Zona Económica Exclusiva, 200 millas desde sus costas mar adentro. Dentro de esta zona, será el estado ribereño el encargado de la gestión y explotación de sus recursos, existiendo la posibilidad de que, de no tener suficiente capacidad  el propio estado, pueda permitir el acceso a otros a cambio de una contraprestación. Pero estos acuerdos, pesqueros en la mayoría de los casos, en las que un estado permite la pesca en sus aguas a otros buques de distinta nacionalidad, conlleva, además de cierta infraestructura política y burocrática, el deber por parte del estado ribereño de vigilar su cumplimiento. La vigilancia pesquera ya es considerada de por arto difícil en la mayoría de los países, más aún será cuando el estado tenga escaso, o ningún poder, de control sobre su territorio, como ocurre en Somalia. Esta situación ha provocado una alta actividad pesquera ilegal en estas costas.

De hecho, muchos de los primeros actos de  piratería que se produjeron durante la última década del siglo pasado eran simples pescadores que decidían tomarse la justicia por su mano. Poco a poco la composición de estos grupos se fue volviendo más heterogénea al verse estos saqueos como una forma de ganar dinero rápido. Tanto es así que hoy en día llegan a existir verdaderas "listas de espera" poder formar parte de estos grupos de abordaje. 

 Si al gran número de buques pesqueros que circulan por la zona, le añadímos el alto tránsito de barcos de mercancías que provoca la cercanía  del canal de Suez, nos encontramos con un gran número de víctimas potenciales.

Desde 2008 y ante su falta de capacidad ante la piratería y el control de sus costas, el gobierno somalí permite la entrada de buques armados de otros estados en su territorio marítimo para la seguridad y protección de las rutas comerciales y de la ayuda humanitaria que recibe el país.

Relaciones internacionales y vacíos legales:

Por último cabe destacar con la complejidad política y legal que conllevan los arrestos por este tipo de delitos.

Por ejemplo, en el caso de España, el acto de piratería se introdujo en el código penal en 2010, posteriormente a uno de los ataques piratas con más repercusión mediática en nuestro país, el atunero "Alakrana" (2009).

Las principales complicaciones surgen con la pregunta; ¿qué hacer con los detenidos cuando el país de nacionalidad de estos no tiene la capacidad de juzgarlos? Son varias las opciones que se han llevado a cabo. Juzgarlos en el país que realiza la detención o llevar a los piratas a otros países con los que se hayan firmado acuerdos para el acogimiento de estos presos. Esta opción suele tener altos costes para los estados, tanto monetarios en la manutención y enjuiciamiento del preso, como en política internacional. Otra opción, la más común, es la liberación en tierra de los piratas tras haber incautado sus armas y hundido su barco. Una última posibilidad, totalmente extraoficial, será la posible elminación de los piratas. En ocasiones ocurren accidentes.

Esta situación de vacíos y complejidades legales provoca que muchos se animen a ser piratas ante la falta de castigo que puede caer sobre ellos, en el caso de ser detenidos.

Quizá, la escasez de víctimas mortales y la reducida zona geográfica en la que se dan estas acciones, han llevado a que no se tomen medidas más tajantes al respecto. La seguridad militar o privada puede considerarse simplemente un parche ante este problema.

Conclusiones complejas

Sin ánimo alguno de hacer apología de la piratería se concluye que, esta situación es provocada por una sociedad sumida en una anarquía y pobreza extremas, con unos recursos naturales propios, muchas veces, expoliados, y sin una clara reglamentación jurídica internacional que haga que los infractores se lo piensen dos veces antes de cometer el delito.

Tampoco debemos de ser tan ilusos de pensar que los diez somalies que abordan el buque, son quienes negocian con las grandes aseguradoras los rescates a percibir,  como se ejemplifica en la película "Alakrana". 

Así, mientras que estos piratas, que cometen un delito, son vistos por la comunidad internacional como una amenaza, quizá en la otra cubierta, alguien puede estar diciendo "mi pirata".